A pesar de haber sido la etapa más corta, apenas 50km, sin duda alguna, ha sido la más dura. Ya me habían avisado que la mayoría de la pista era de tierra arcillosa, no imaginé que estaría taaaaaaan resbalosa. Tuve varios resbalones y caídas, pero mereció la pena. Pocas veces he tenido la suerte de pedalear en medio de un camino como este cruzando la selva misionera. Aunque debo reconocer que tantos carteles que anuncian peligros por animales peligrosos como yaguaretés, serpientes, osos hormigueros… asustan un poco. De hecho, creo que me crucé con una falsa coral. Pero como siempre, tras una dura jornada, siempre aperece alguien solidario que te alegra el día. Los guardias de la garita al final de este camino compartieron su asado conmigo, ¡¡cómo agradecerles!! Y muy felices porque llegamos a los 2.000€ en la campaña de financiamiento para el proyecto de El Encón. ¿Nos ayudas a llegar a los 4.000€?




Acabo de descubrir el sitio web del viaje. No sabía que podemos seguirte y “acompañarte”! (Qué fácil cuando pedalea otro, je!)
Bravooooo! Cuánta energía!
Te seguimos!
Vamos Oskar: Aca siguiendote … Medio lenteja el community manager para actualizar:)
Hermosas las fotos y la araña